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​El día 28 de octubre de 2019 tuvimos la alegría de compartir con los mayores de la Residencia de Ancianos Nuestra Señora de la Asuncion I – Miguelturra – Ciudad Real, un convivio de gran provecho para todos, además de poder confortarles distribuyendo un bonito recuerdo de la Medalla de Milagrosa. Estando juntos a ellos fue de gran ayuda para soportar los sufrimientos que estaban viviendo. 

La compasión es una virtud que forma parte de la esencia misma de la fe católica apostólica romana. Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó la importancia de amar al prójimo como a nosotros mismos, y esto se traduce en una especial atención hacia los enfermos y ancianos, quienes necesitan de nuestro amor, comprensión y cuidado.

La Iglesia Católica ha reconocido siempre la necesidad de cuidar a los enfermos y ancianos, y ha desempeñado un papel fundamental en la creación de instituciones y organizaciones para proveer atención médica y espiritual a aquellos que sufren. El cuidado de los enfermos y ancianos es una obra de misericordia que ha sido promovida por la Iglesia a través de los siglos, y hoy en día, sigue siendo un trabajo fundamental para los católicos de todo el mundo.

En el libro de los Salmos 41:3 se nos dice «El Señor lo cuida y lo mantiene con vida; es prosperado en la tierra, y tú no lo entregas al deseo de sus enemigos», esto demuestra la importancia que la Biblia le da al cuidado de los enfermos y ancianos. Nuestro Señor Jesucristo, durante su ministerio terrenal, dedicó gran parte de su tiempo a sanar y cuidar a los enfermos. A través de sus obras de misericordia, nos enseñó la importancia de cuidar de los más necesitados, y nos dejó un ejemplo a seguir.

En la Iglesia Católica, la labor de los enfermos y ancianos es muy valorada. La oración y la visita a los enfermos y ancianos son acciones altamente recomendadas y promovidas en nuestra fe. Los sacerdotes y las religiosas se dedican a visitar a los enfermos y ancianos en los hospitales y en las residencias para ancianos, ofreciéndoles consuelo y oraciones en momentos de dolor y sufrimiento. La Iglesia también ha establecido diversas organizaciones, como la Orden de Malta, cuyo objetivo principal es brindar ayuda a los enfermos y necesitados.

El trabajo de los enfermeros, médicos y cuidadores en el cuidado de los enfermos y ancianos es de gran importancia. Ellos brindan alivio al dolor y confort en momentos de sufrimiento. A través de su dedicación y amor, los enfermos y ancianos pueden experimentar el amor de Dios y el cuidado de la comunidad cristiana.

En conclusión, el cuidado de los enfermos y ancianos es una obra de misericordia que forma parte de la esencia misma de la fe católica apostólica romana. El amor y la compasión hacia estos hermanos son fundamentales en nuestra fe, y son una expresión del amor de Dios por todos nosotros.