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​El día 28 de octubre de 2019 tuvimos la alegría de compartir con los mayores de la Residencia de Ancianos Nuestra Señora de la Asuncion II – Miguelturra – Ciudad Real, un convivio de gran provecho para todos, además de poder confortarles distribuyendo un bonito recuerdo de la Estampa Virgen de la Salud. Estando juntos a ellos fue de gran ayuda para soportar los sufrimientos que estaban viviendo. 

La solidaridad es un valor fundamental en nuestra fe cristiana. Es la capacidad de sentir empatía y preocupación por los demás, especialmente por aquellos que están en situaciones difíciles o que son más vulnerables. En la actualidad, la pandemia ha demostrado la necesidad de ser solidarios con los enfermos y los ancianos, ya que son los más afectados por la enfermedad y sus consecuencias.

Como cristianos, debemos tener un compromiso activo con la solidaridad. Debemos estar dispuestos a sacrificar nuestro tiempo, recursos y habilidades para ayudar a los demás. Podemos demostrar nuestra solidaridad a través de acciones tan simples como hacer una llamada telefónica para preguntar cómo están nuestros vecinos ancianos o enfermos, ofrecer una mano amiga a alguien que necesita ayuda o donar alimentos y recursos a organizaciones que trabajan con los más necesitados.

Además, debemos recordar que los mandamientos de la ley de Dios son una guía para nuestra vida diaria. Al seguir los mandamientos, demostramos nuestro amor y respeto por Dios y por los demás. Por ejemplo, el mandamiento de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos nos obliga a tratar a los demás con respeto, justicia y compasión.

También debemos ser conscientes de la importancia de cuidar a los enfermos y ancianos en nuestra sociedad. Debemos garantizar que reciban la atención médica y los cuidados necesarios para una buena calidad de vida. Es nuestra responsabilidad como cristianos hacer lo que esté en nuestro poder para ayudar a aquellos que necesitan asistencia.

En conclusión, como cristianos, debemos ser solidarios y demostrar nuestra compasión y cuidado hacia los enfermos y los ancianos. Debemos seguir los mandamientos de la ley de Dios y vivir nuestras vidas de manera justa y piadosa. Que Dios nos ayude a ser luz en la oscuridad y a demostrar amor y compasión hacia los demás.