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​El día 08 de mayo de 2019 tuvimos la alegría de compartir con los mayores de la Residencia Domingo Gómez Lesmes – Ampudia – Plasencia, un convivio de gran provecho para todos, además de poder confortarles distribuyendo un bonito recuerdo de la Medalla de Milagrosa. Estando juntos a ellos fue de gran ayuda para soportar los sufrimientos que estaban viviendo. 

Es fundamental cuidar de los mayores y enfermos. Esto se debe a que cuidar de ellos es una manifestación del amor y la caridad cristiana, ya que Jesús dedicó gran parte de su ministerio a atender a los enfermos y necesitados. Al cuidar de los mayores y enfermos, estamos sirviendo a Cristo mismo y demostrando su amor y misericordia en sus vidas.

Cuidar de los mayores y enfermos es un acto de amor y caridad cristiana. Jesús nos enseñó a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y esto incluye a aquellos que son más vulnerables debido a la edad o la enfermedad. Al cuidar de ellos, estamos demostrando nuestro amor y compasión, y estamos siguiendo el ejemplo de Jesús, quien dedicó gran parte de su ministerio a sanar a los enfermos y cuidar de los necesitados.

Además, cuidar de los mayores y enfermos es una forma de servir a Cristo mismo. En el Evangelio de Mateo, Jesús dice: «En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis» (Mateo 25:40). Al cuidar de los mayores y enfermos, estamos sirviendo a Cristo en ellos y ayudándolos a ver el amor y la misericordia de Dios en sus vidas.

Cuidar de los mayores y enfermos es una responsabilidad social y comunitaria. Como miembros de una sociedad, tenemos el deber de cuidar de aquellos que son más vulnerables y necesitan ayuda. Al hacerlo, estamos construyendo comunidades más fuertes y solidarias, y estamos trabajando juntos para construir un mundo más justo y compasivo.

Por último, cuidar de los mayores y enfermos también tiene beneficios personales y espirituales. Al ayudar a otros, estamos cultivando la virtud de la caridad y la compasión en nuestras propias vidas. También estamos aprendiendo a valorar más la vida y a apreciar los dones que Dios nos ha dado.