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​El día 21 de noviembre de 2018 tuvimos la alegría de compartir con los mayores de la Residencia con las Hermanas en Ávila, un convivio de gran provecho para todos, además de poder confortarles distribuyendo un bonito recuerdo de la Medalla de Milagrosa. Estando juntos a ellos fue de gran ayuda para soportar los sufrimientos que estaban viviendo. 

La misericordia divina aplicada a los enfermos y ancianos es una expresión del amor y compasión de Dios por todas sus criaturas, y nos llama a ser instrumentos de esa misericordia, mostrando amor y compasión a todos los que necesitan nuestro apoyo y consuelo.

La misericordia divina es un tema central en la fe cristiana, y se refiere a la compasión y el amor incondicional que Dios tiene por todas sus criaturas. La Biblia nos enseña que Dios es un Dios de misericordia y de amor, y que está siempre dispuesto a perdonar y a mostrar su gracia y su bondad a aquellos que buscan su ayuda.

​Un pasaje que habla de la misericordia divina es el Salmo 103:8-13, que dice así:

«El Señor es compasivo y misericordioso, lento para la ira y grande en amor. No nos trata según nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades. Como se levanta el cielo sobre la tierra, así es grande su amor por los que le temen; como dista el oriente del occidente, así aleja de nosotros nuestros pecados. Como un padre tiene compasión de sus hijos, así el Señor tiene compasión de los que le temen.»

Este pasaje nos muestra la naturaleza amorosa y compasiva de Dios, que no nos trata según nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades, sino que está siempre dispuesto a perdonar y a mostrarnos su amor y su gracia. Como un padre que tiene compasión de sus hijos, Dios nos muestra su misericordia y su amor incondicional, y nos invita a acudir a él en busca de ayuda y de consuelo en cualquier momento de nuestra vida.

Por tanto, la misericordia divina es una expresión del amor de Dios por sus criaturas, y nos recuerda que siempre podemos acudir a él en busca de ayuda y de consuelo, sabiendo que nos recibirá con los brazos abiertos y nos mostrará su amor y su compasión.